¿Cuál es el Legado?
Por: José R. Alemán
Leí recientemente en un periódico local sobre el nombramiento de una escuela dedicada la merecedor educador Dr. Jorge Álvarez. Estoy fervientemente y apasionadamente de acuerdo en reconocer y dar merito al que merito merece. No solo porque demostramos ser bien agradecidos y apreciativos de los aportes que contribuyen a la superación de los nuestros y nuestra comunidad, sino que además, el hacer debido y justo reconocimiento a nuestros lideres, mártires o héroes deja asentado en los anales de nuestra historia el legado de toda una generación.
Cuándo erigimos una estatua, nombramos una calle o otorgamos una placa, pergamino, certificado, ¿Qué estamos haciendo o creando? Primero, me imagino que estamos celebrando y dando reconocimiento a un aporte, actitud y desempeño honorable. Reconocemos un comportamiento o desprendimiento de lo individual en beneficio de la colectividad. Es dar una lección para la historia señalándole a nuestra juventud y futuras generaciones un comportamiento uobra que debemos emular.
¿ Que Buscamos lograr? Es de suponer que buscamos resaltar las virtudes que deseamos sean igualadas o superadas por otros miembros de nuestra comunidad, inclusive generaciones venideras. Por tanto, creo que cuando se hacen reconocimientos, les estamos enviando un mensaje a nuestra juventud de ahora y a la posteridad. Estamos creado modelos y ejemplos a seguir.
Los reconocimientos no solo se deben hacer para resaltar o adular a quienes lo reciben. Se hacen sobre la base de criterios fundamentados en parámetros y normas sociales y basados en principios, en muchos casos de carácter espiritual, religioso o patriotismo. Tratamos elogiar actos basados en una filosofía humanista, por convicción y por aspectos tanto morales como ideológicos.
Una comunidad como la nuestra, es de pensar que desearíamos dejar como ejemplo a nuestra juventud y futuras generaciones figuras de la estatura de Maria Trinidad Sánchez, Juan Pablo Duarte, Máximo Gómez, Rosario, Mama Tingo, Eugenio Maria de Hostos y los muchos tantos que representan los mejores ejemplos entre los nuestros.
Admiro mucho la comunidad Cubana. Viví entre ellos por mucho tiempo y aprendí de ellos el respeto a los próceres y a los suyos. En Miami, encontraran monumentos, escuelas y parques siempre dedicados a heroes y heroínas que sirven para enaltecer el legado histórico de los cubanos, especialmente en el exilio.
Me preocupa el mensaje que enviamos a nuestros jóvenes y futuras generaciones cuando le pasamos por encima a tantas figuras históricas cuando tenemos la oportunidad de crear un legado histórico que sirva para resaltar nuestra identidad y de ejemplo a futuras generaciones de nuestra comunidad.